Mantengo una actitud abierta con respecto a mis fuentes del conocimiento siempre y cuando se basen en el Corán y la Sunnah: comanden el bien y traten de impedir lo reprobable por Allah; reconozcan que la única manera de vivir el tawhid al 100% es por medio de la restauración de la sharia en una sociedad y mientras persigan la unidad política de la ummah. Admito que no es posible llamarse musulmán mientras no se muestre voluntad de obedecer los comandos del Creador del Universo en todos los aspectos de la vida. Acepto que la fe radica en el corazón y que se manifiesta en nuestras palabras y por medio de nuestras acciones.
Por esta razón no tomo conocimiento de personas o movimientos que se caracterizan por su pasividad, individualismo y complacencia con la situación laica que se vive en los países de mayorías musulmanas. No fue así como interpretaron el Islam los musulmanes de las tres primeras generaciones por lo que no me engaña el discurso puritano de las supuestas sectas "salvadas".
Y precisamente porque el abandono de la hermandad islámica es uno de los impedimentos en la restauración del Islam comencé a escribir bajo el pseudónimo “Una Ummah” en facebook en la primavera del 2009, año en el que alhamdulilah pude realizar la peregrinación a la Meca. Sin embargo, ahora que dicha red social no me permite seguir publicando bajo este pseudónimo y por otras razones personales, he optado por continuar en este blog.
Me gusta la geopolítica y la historia en general. Completé una licenciatura en Ciencias de la Comunicación y un Masters in Business Administration. Casada, alhamdulilah.
Atestiguo que no hay más Dios que Allah y que Muhammad es su esclavo y mensajero.