18/10/11

La agenda colonialista de Estados Unidos en Palestina está vivita y coleando


“Existen pueblos que controlan enormes territorios ricos en recursos tanto manifiestos como ocultos. Ellos dominan las intersecciones de las rutas mundiales. Sus tierras fueron cunas de las civilizaciones humanas y de sus religiones. Estos pueblos tienen una misma fe, un mismo lenguaje, una historia común y las mismas aspiraciones. No hay barreras naturales que puedan aislar a estos pueblos unos de otros…si acaso, dicha nación se unificara en un solo estado, entonces tomaría el destino del mundo en sus manos y separaría a Europa del resto del mundo. Tomando esto en cuenta seriamente, una entidad extranjera debe ser plantada en el corazón de esta nación para prevenir la convergencia de sus fortalezas  de tal manera que pueda  agotar sus poderes en guerras interminables. Dicha entidad también podría servir como facilitador para que el occidente adquiera los recursos deseados.”  Sir Campbell Bannerman, Prime Minister of Britain [1905-08]

El 6 de octubre de 20111, el comité ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO) aprobó la  admisión de Palestina como un miembro de esta rama de las Naciones Unidas (ONU). La resolución fue aprobada con 40 votos a favor y 4 en contra (de Estados Unidos, Alemania, Latvia y Romania), mientras que 14 países se abstuvieron de votar. La decisión de la UNESCO de aceptar a Palestina fue vehementemente criticada por los Estados Unidos. Hilary Clinton, mientras hablaba con los reporteros dijo: “creo que este es un procedimiento muy anómalo por lo que urgiré al cuerpo gobernante de la UNESCO que lo reevalúen nuevamente antes de aprobar esa votación”.  Y justo tres días antes, el congreso de los Estados Unidos “penalizó” a la población palestina reteniendo $200 millones de dólares que estaban destinados para ayuda humanitaria. Los dos eventos claramente demuestran que el ánimo internacional para el apoyo de  la creación de un estado Palestino está dividido. La oposición de los Estados Unidos se intensificó el mes pasado cuando el presidente Mahmoud Abbas reafirmó nuevamente su compromiso de buscar la aprobación de la ONU para el reconocimiento oficial del Estado Palestino. El 17 de septiembre de 2011, Abbas dijo: “Vamos a dirigirnos al comité de seguridad. El mundo está simpatizando con las aspiraciones del pueblo palestino”. Este movimiento unilateral es detestado por el estado Sionista y también  enfrentado por los Estados Unidos. En Agosto de 2001, Wendy Sherman subsecretario de Estado para política externa y tercero en la jerarquía del Departamento de Estado de los Estados Unidos, categóricamente declaró: “si una resolución como esa fuera puesta en frente del Comité de Seguridad, nosotros simplemente la vetaríamos”. El 21 de septiembre el presidente Obama públicamente confirmó en las Naciones Unidas que los Estados Unidos vetarían cualquier intento  por parte de los palestinos de tener un estado propio. Sin embargo, a pesar del frenético esfuerzo de la administración de Obama por debilitar la lucha por los palestinos por conformar un Estado, las acciones que los títeres de los Estados Unidos llevan a cabo en la región cuentan una historia completamente diferente.

Sin embargo primero es importante entender por qué Obama no puede hacer realidad su deseo de ver una solución basada en la formación de dos Estados que de manera retadora defendió en las Naciones Unidas el año pasado. Es bien sabido que el presidente Obama se está promoviendo para ser reelegido presidente en el 2012 y está limitado en cuanto a la presión que su administración pueda ejercer sobre Netanyahu para que éste comience las negociaciones con los palestinos. Los votos judíos son esenciales tanto para los contendientes republicanos como para los democrátas. Ambos bandos políticos compiten entre sí para demostrar su lealtad a la causa israelita a cambio de votos judíos. El partido republicano está explotando la debilidad de Obama para apoyar completamente al Estado judío en este asunto y ha comenzado a hacerse camino entre los votantes judíos que tradicionalmente son férreos demócratas. El electorado apenas conforma el 3% de todos los votos en los Estados Unidos, pero es crucial en los oscilantes estados de la Florida y Ohia donde sí pueden hacer una diferencia. Aun más importante es el hecho de que la comunidad judía es un sector influyente en la recolección de donaciones y los asuntos concernientes al Estado Palestino se han vuelto una mayor fuente de preocupación para ellos. “El señor Obama no quiere entrar en una batalla improductiva con Israel” dijo Aaron David Miler, un experto de antaño en asuntos del Medio Oriente y que trabaja ahora para el  centro Woodrow Wilson. Por lo tanto, la administración de Obama no puede adoptar una postura en apoyo de los palestinos y que ignore las demandas de un Estado judío. Sin embargo, los aliados de los Estados Unidos en la región no tienen tales problemas, y están haciendo lo posible para volver vulnerable al Estado judío y para presionar a Netanyahu a que negocie y haga realidad la solución de los dos estados con los palestinos.

La junta militar de Egipto ha usado la expulsión de Mubarak para dar una clara señal de que los treinta años de paz invencible que el estado judío disfrutó está ahora precariamente asegurado. Los ataques hechos por los militantes en el Sinai, la frecuente interrupción en el abastecimiento de gas, y el rechazo a la embajada israelí en el Cairo que forzó a sus miembros a dejar el país, le han recordado claramente a los judíos lo vulnerable que se ha vuelto su frontera con los egipcios. Y esto empeoró con el asesinato de los soldados fronterizos egipcios y la pseudo disculpa que el gobierno de Netanyahu ofreció después. Su gobierno también está ansioso ante el incremento de la oposición islámica al estado judío, un desarrollo que le augura ningún bien a su supervivencia futura.
Adicionalmente, el decline de las relaciones entre Turquía e Israel también han acentuado la debilidad del estado de Israel. La expulsión del embajador israelita, la suspensión de los lazos militares, la amenaza de acción legal con respecto al caso  Marvi Marmara y la abierta oposición de Erdogan hacia el trato que los palestinos reciben del  estado judío están mermando la seguridad en sí mismo que tiene Israel al mismo tiempo que incrementa su aislamiento. Las declaraciones de Erdogan han incrementado su popularidad en el mundo árabe lo cual está provocando que los Estados Unidos reduzcan su apoyo a Israel.  Por ejemplo en su visita al Cairo, dijo: “Israel es el niño consentido de occidente. Hasta hoy nunca ha respetado ninguna de las decisiones hechas por la comunidad internacional. Israel actúa impunemente y sin dudar cuando se trata de aplastar la dignidad humana y las leyes internacionales atacando barcos internacionales con ayuda humanitaria que no transportan más que comida y juguetes para los niños…”

Sumado a las problemáticas relaciones con Turquía y Egipto, está la creciente agitación en Siria que ya antes se desparramó en los Altos del Golán enviándoles así el mensaje a la comunidad judía de que sus fronteras con Siria no son impenetraables como antes. Así es como en pocas semanas, el estado judío encuentra sus tres pilares de estabilidad territorial sacudidas hasta los cimientos, y ahora mismo muchos israelitas ya no están seguros acerca de su futuro.

Y para complicar las cosas aún más, Netanyahu ahora enfrenta las acciones de un contingente de países pro británicos.  Los “duros”  comentarios del rey Abdullah de Jordania y la promesa de los saudis de ayudar a la autoridad palestina con $200 millones de dólares para que pueda funcionar, es una advertencia resonante de que el estado judío está perdiendo rápidamente viejos amigos entre los títeres de los británico y de los americanos en la región. Y es en  este escenario que Abbas ha intensificado sus esfuerzos por lograr la creación del estado palestino. Su lengua no pudo haberse movido sin que Estados Unidos le diera permiso para hacerlo.  

La intención de Estados Unidos detrás de todas estas maniobras es forzar al gobierno de Netanyahu a aceptar el hecho de que la seguridad del estado judío no es sostenible con  sus vecinos, a menos de que se comprometa a la paz y presione para que se consolide la solución de los dos estados.En una visita al estado judío la semana pasada, el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Leon Panetta advirtió que Israel está en riesgo de aislarse y de volverse vulnerable si no toma acciones para reparar los lazos con los países vecinos y si no reinicia las negociaciones con los palestino. Sus palabras fueron: “lo que hay que preguntarse es: ¿basta con mantenerse a la vanguardia militar si por otro lado te estás aislando en el ámbito político? La verdadera seguridad sólo puede conseguirse a través de fuertes esfuerzos diplomáticos como de esfuerzos para proteger tu fortaleza militar”. Esto es especialmente cierto ahora que los levantamientos árabes han traído al primer plano un nuevo conjunto de demandas populares que no pueden ser simplemente ignoradas como antes. Esto también fue repetido por Panetta quien dijo “Está muy claro en esta época tan dramática en el medio oriente donde han habido ya tantos cambios, que no es un bueno para Israel aislarse cada vez más y sin embargo eso es lo que está pasando”. Así es como en casa, la administración de Obama está hombro con hombro trabajando con los judíos esperando sus votos a cambio pero en el medio oriente, está usando a sus agentes y aliados en la región para presionar a los judíos para que trabajen por la paz con los palestinos y el resto de sus vecinos.

Los palestinos deben ser  muy cuidadosos y no dejarse entusiasmar por las acciones de sus países vecinos, particularmente las de Turquía, pues en todos ellos Estados Unidos trabaja incansablemente para implementar la agenda colonialista y detener así su verdadera liberación de la tiranía. ¿Qué gobernante musulmán inteligente podría estar apoyando la noción de un estado palestino que por donde se le vea, terminará siendo más un “estado” prisión cuya existencia estaría completamente en manos de Israel? Por ejemplo, la retórica de Erdogan palidece de verdadero significado si se le compara con las sabias y profundas palabras del Sultan Abdul Hamid II (a los sionistas cuando expresaron sus futuros intereses en Tierra Santa) quien dijo: “no puedo dar ni un huerto de la tierra de Palestina. No es algo que yo posea como parte de mi patrimonio personal. Palestina le pertenece a la nación musulmana en su conjunto. Mi gente ha peleado con su sangre y sudor para proteger esta tierra, dejen que los judíos se guarden sus millones y una vez que el califato sea desmembrado algún día, ellos pueden apoderarse de Palestina sin pagar nada a cambio, pues que corten mi cuerpo con escalpelo es menos doloroso que ver como separan  Palestina del califato y eso no va a pasar…”  Así que ya sea que Palestina se vuelva un estado como sugirieron los británicos en el pasado o que se adopte la solución de los dos estados que promueven los Estados Unidos, los palestinos y los judíos nunca encontrarán paz bajo tales proyectos colonialistas. La intención de tales proyectos es mantener Palestina bajo un perpetuo estado de conflicto y consumir a la región con prolongadas guerras. En cambio, los judíos, cristianos y musulmanes de Palestina harían bien en considerar y conocer la alternativa islámica que garantizó la paz por cientos de años bajo los auspicios del califato.

Abid Mustafa  es un comentarista de temas politicos especializado en asuntos musulmanes  y temas globales. Puede ser contactado en: provokethought@hotmail.co.uk


Nota: el autor se refiere a Israel como el estado judío en diferentes ocasiones. Inshaallah no hay que olvidar que esto es sólo una forma de referirse a dicha entidad. Algunos analistas dicen que Israel es más bien un estado laico y de acuerdo con ciertos grupos religiosos judíos su existencia es incluso una blasfemia. Allah sabe más.