1/8/11

¿Cambia o no cambia la gente?


"Que la gente no cambia" es sin duda una de las más grandes y más repetidas mentiras que el Shaytán quiere que tomemos por verdad. Sobre todo entre los no musulmanes, podemos notar algunos que creen mucho en esto y repiten frases similares. Sin embargo no se dan cuenta que son precisamente estas ideas las que los previenen de progresar.

Podemos notar por ejemplo, que el trabajo de Shaytan se manifiesta a través de todas las ideas promovidas por el sistema laico en el que vivimos y  del cual  Allah y Su misericordia han sido "eliminados" totalmente a propósito con el objetivo precisamente de que nos hundamos en la desesperanza y quedemos totalmente rendidos a nuestra situación actual.

Resignación y derrota es lo que Shaytan quiere para el ser humano. Quiere que creamos que toda la gente es mala, que no podemos ser mejores personas, renunciar a nuestros vicios y que después de la muerte no habrá más nada. Por lo tanto la existencia sin un propósito, sin una guía, sin un alguien que nos ama  y a quien podemos acudir, se vuelve "ligera",  como un pasatiempo que no se toma en serio y peor aún...esas ideas no nos dejan ver ni nuestro potencial ni nuestro valor.

De ahí que quien no tiene fe, anda por la vida comprando autoestima empaquetada, desgastándose en conseguir la aceptación de otros y compitiendo con ellos en aquello que no le ayudará en nada en su lecho de muerte. Viven esclavos de sus miedos y de sus deseos. Carentes de respeto por sí mismos se prestan a cualquier cosa, viven sin límites en una espiral de degradación sin fin.

Alhamdulilah como musulmanes conversos podemos fácilmente hacerles notar ( a los no musulmanes) que no es verdad que la gente no cambia. Nosotros mismos somos la prueba andante de que la gente sí cambia y vaya que podemos cambiar mucho y no sólo por un rato, sino de por vida si Allah quiere.

Cuando primero nos damos cuenta de que en realidad no nos creamos a nosotros mismos, que dependemos de quien creó todo el universo y de que es ingenuo pensar que podemos hacer lo que nos plazca sin ninguna consecuencia, es cuando comenzamos a cambiar. Primero cambian nuestras ideas, y luego son esas nuevas ideas y la convicción que tenemos en ellas, las que producen nuevos comportamientos.

Muchos tal vez se muestran escépticos a nuestra nueva personalidad como musulmanes y en parte es porque nos conocen desde antes pero también puede ser porque ellos mismos creen que la gente no cambia. Piensan que volveremos a las cervezas, a los escotes, a la música, etc. Tal vez muy dentro de sí mismos, saben que ellos también deben cambiar y se sienten incómodos  cuando nosotros con nuestro cambio,  les recordamos sus propias responsabilidades y exponemos su propia decadencia.

Por eso las reacciones de la gente a nuestro alrededor suelen ser tan diferentes. Algunos preguntarán, otros evitarán hablar del asunto, otros preferirán alejarse por no saber como "tratar" a nuestro nuevo "yo" y otros podrían incluso tratar de sabotearnos constantemente y arrastrarnos a los viejos hábitos.

Inshaallah es cuando nosotros nos debemos aferrar más a nuestros nuevos hermanos  y hermanas en el Islam para que nos ayuden a superar el pasado y para que nos recuerden constantemente  nuestros objetivos a largo plazo. Por eso es importante también no dejar la oración que nos permite mantenernos enfocados  y limpios de los pecados menores. La oración y el dhikr son las armas con las que fácilmente repelemos al Shaytan y a los pensamientos negativos que nos susurra constantemente.

La gente sí cambia...alhamdulilah, nosotros los conversos ya hemos cambiado. El sólo hecho de que ya aceptemos cual es nuestra verdadera condición en el universo ya es un cambio en sí . Si Allah quiere podemos seguir desarrollando ese cambio inicial hasta convertirnos en los mejores seres humanos que podamos ser: dignos, honorables, veraces, justos, transformadores (para bien) de nuestras comunidades, etc. Así mejoraron los árabes a quienes Muhammad (saw) invitó al Islam: de ser ignorantes y de estar divididos pasaron a conformar toda una sofisticada civilización que cambió la historia de la humanidad como ninguna otra y por Allah que no debemos dejar que el Shaytan nos lo haga olvidar.

Aprovechemos pues este Ramadán y todas las herramientas que el Islam nos da para transformarnos y para ayudar a los demás a progresar también. El ayuno nos permite conquistar nuestro estómago y nuestros deseos para devolverle  a la fe y a la razón el papel predominante que se merecen y que es necesario para triunfar en esta y en la próxima vida.

Súpliquemos a Allah que nos dé la intención de cambiar, que nos rodee con la gente correcta, que nos ayude a distinguir la verdad de la falsedad, que nos facilite esta jornada y que nos ayude a seguir el camino recto. Amin.



Surah Al Asr
En el nombre de Allah el Misericordioso, el Compasivo
¡Por el transcurso del tiempo! Que es cierto que el hombre está en pérdida. Pero no así los que creen,  obran rectamente, se aconsejan mutuamente cumplir cabalmente [con los preceptos divinos] y ser pacientes y perseverantes.